Aun traía el almuerzo en su boca mientras pedaleaba.
Aquella bicicleta parecía volar bajando por el bulevar de Chichigalpa.
"voy todo sudado" pensó para sí mientras bajaba su rostro para revizar el estado de su camisa blanca con aquella insignia "Isntituto Mosn. Victor Manuel Soto G"
Revisa su reloj: 1:05 p.m.
Y el imaginar el rostro de la directora le causó un escalofrío profundo, "ojala aun esté abierto el portón".
Detrás del él se escucha el estrudente sonido de la bocina de un bus que viajaba como perseguido por el demonio.
Ambos iban tarde.
Su instinto le dijo que se detuviera esperando que este pasara, no quería que le sucediera lo mismo que a un niño que vivía en el Reparto Carlos Fonseca, que uno de estos bólidos del hades le arroyo por unos minutos tarde.
Así lo hizo, el autobús pasó dejando tras de sí una ráfaga de viento que casi lo tumba hacia adelante.
El se subió de nuevo a su bicicleta, otrora nueva, sin imaginar hacia donde el destino los llevaría esa tarde, sin saber que conocerían una belleza mas de esa su tierra que aun no descubría...
(Continuará...)